
Dihal, Kanta, y Stephen Cave. «The portrayal of AI professionals in cinema: A century of stereotyping.» Public Understanding of Science (febrero de 2023). https://doi.org/10.1177/09636625231153985.
El artículo destaca la falta de representación femenina en el desarrollo de inteligencia artificial (IA) en el cine y en la vida real. Un estudio revela que solo 9 de 116 personajes que representan a profesionales de IA en películas como Ex Machina son mujeres, reflejando una realidad donde solo el 22 % de los expertos en IA son mujeres, y los puestos de mayor poder están dominados por hombres.
Un estudio de la Universidad de Cambridge ha puesto en evidencia la escasa representación femenina en el ámbito de la inteligencia artificial (IA) dentro del cine. Tras analizar más de 1.400 películas lanzadas entre 1920 y 2020, los investigadores seleccionaron las 142 más influyentes en las que aparece la IA y encontraron que, de los 116 personajes que representan a profesionales en este campo, solo 9 eran mujeres. De ellas, cinco estaban subordinadas a un hombre, ya fuera como empleadas, hijas o parejas de un ingeniero de IA con mayor rango.
El estudio sugiere que esta predominancia masculina en la pantalla refuerza los estereotipos de género y contribuye a la escasa representación femenina en la industria tecnológica, donde solo el 20 % de los ingenieros en IA son mujeres. La representación en el cine es crucial, ya que influye en las decisiones de carrera de los jóvenes y en la percepción social sobre quiénes son los expertos en tecnología. La falta de modelos femeninos en el cine podría desalentar a las mujeres a ingresar en este campo, perpetuando la desigualdad de género en la industria.
También, la investigación señala que los productos tecnológicos suelen estar diseñados por equipos mayoritariamente masculinos, lo que lleva a que muchas soluciones favorezcan a los hombres. Margaret Mitchell, ex empleada de Microsoft, describe esta tendencia como “un mar de tipos”, en referencia a la hegemonía masculina en el desarrollo de productos tecnológicos. Estudios previos han demostrado que los ingenieros varones tienden a crear tecnologías que funcionan mejor para los hombres, lo que subraya la importancia de contar con equipos diversos para evitar sesgos en el desarrollo de la IA.
El estudio también resalta cómo los personajes masculinos en el cine suelen ser retratados como genios solitarios capaces de dominar múltiples disciplinas sin ayuda. Un ejemplo claro es Tony Stark, en la saga Avengers, quien en una sola noche es capaz de sintetizar un nuevo elemento y resolver el problema de los viajes en el tiempo. Otro caso es Ex Machina (2014), donde un brillante ingeniero crea robots con apariencia femenina y los somete a explotación y abuso, reflejando no solo el sesgo de género en la IA, sino también la objetificación de las mujeres en el cine. Los investigadores advierten que la falta de mujeres en roles de IA en el cine podría estar vinculada a la escasez de mujeres detrás de las cámaras. Ninguna película influyente sobre inteligencia artificial en los últimos cien años ha sido dirigida exclusivamente por una mujer, lo que sugiere que la industria cinematográfica refleja la misma desigualdad de género que la industria tecnológica.
Curiosamente, la primera película en la que se muestra a una mujer como creadora de IA es Austin Powers: International Man of Mystery (1997), en la que el personaje de Frau Farbissina presenta un grupo de “fembots” con armas incorporadas en sus pechos, lo que refuerza estereotipos negativos y sexualizados en lugar de mostrar una representación equitativa.
El artículo también menciona cómo un sistema de IA de la Agencia Sueca de Seguridad Social discriminó injustamente a mujeres, migrantes y personas de bajos ingresos, retrasando el acceso a sus beneficios sociales.
Además, los datos que entrenan a la IA suelen estar sesgados, lo que genera sistemas que perpetúan discriminaciones. Por ejemplo, los estudios médicos a menudo se basan en datos de hombres, lo que lleva a diagnósticos erróneos en mujeres. En urbanismo, la planificación se centra en patrones masculinos de movilidad, ignorando las necesidades de las mujeres, lo que en Suecia resultó en más accidentes femeninos en invierno.
Las consecuencias de esta representación sesgada van más allá de la pantalla. Según la coautora del estudio, Kanta Dihal, la imagen predominantemente masculina de los profesionales de IA en el cine contribuye a una percepción errónea de la industria, lo que puede afectar la contratación y la cultura laboral. Si las empresas tecnológicas siguen viendo la IA como un campo masculino, es probable que favorezcan inconscientemente la contratación de hombres sobre mujeres, perpetuando la falta de diversidad en el sector.
La profesora Dame Wendy Hall, de la Universidad de Southampton, subraya la urgencia de una campaña para aumentar la diversidad en la IA, señalando que ha investigado la falta de mujeres en informática desde 1987 y que la situación es aún más preocupante en la IA debido a su impacto en la sociedad. Por su parte, la profesora Judy Wajcman, de la London School of Economics, destaca que la representación de los líderes tecnológicos como “genios visionarios” refuerza la idea de que las mujeres no encajan en este sector.
Para combatir estos problemas, se sugiere implementar el «feminismo de datos», que visibiliza patrones discriminatorios y promueve una representación equitativa en IA. También se enfatiza la necesidad de más mujeres en el desarrollo de IA, dado que la baja presencia femenina en el sector sigue siendo un problema grave en Europa.
Finalmente, AlgorithmWatch aboga por la transparencia en el uso de IA y lucha contra la discriminación algorítmica en áreas clave como el empleo y la educación.