
Cliburn, Erik. «Libraries as Lifelines.» Insight into Diversity, February 18, 2025. https://www.insightintodiversity.com/libraries-as-lifelines/?utm_source=flipboard&utm_content=topic/libraries
Las bibliotecas universitarias están desempeñando un papel fundamental en el apoyo a los estudiantes de primer año, un grupo que tradicionalmente enfrenta barreras adicionales en su acceso y éxito en la educación superior. Reconociendo estas necesidades específicas, instituciones como la Universidad de Emory, el Colegio Earlham y la Universidad Chapman han implementado programas y estrategias innovadoras que buscan ofrecer recursos esenciales y abrir nuevas oportunidades para estos estudiantes.
La Universidad de Emory, por ejemplo, ha renovado su programa de préstamo de libros de texto, que comenzó en 2016 como una iniciativa de base a través de la asociación First-Generation Low-Income Partnership (FLIP). Este programa permite a los estudiantes de primeros años pedir prestados libros de texto esenciales de alto contenido en el sistema de reservas de la biblioteca Woodruff. Esta modalidad no solo facilita el acceso a materiales educativos cruciales, sino que también reduce las cargas financieras que muchos estudiantes enfrentan al tener que comprar libros de texto costosos. A través de esta colaboración con el programa Emory First, el préstamo de libros ha evolucionado hasta convertirse en una iniciativa institucional completamente respaldada, que continúa priorizando los ejemplares físicos debido a las restricciones en la licencia de los libros digitales.
Por otro lado, el Colegio Earlham ha implementado el programa Library Immersion Fellowship Team (LIFT), diseñado para ayudar a los estudiantes de primer año en su transición a la universidad. A través de este programa, pequeños grupos de estudiantes tienen la oportunidad de trabajar estrechamente con un bibliotecario especializado durante un tutorial de diez semanas que cubre habilidades esenciales de investigación y alfabetización digital. Este programa no solo fortalece las capacidades académicas de los estudiantes, sino que también fomenta la creación de una red de apoyo entre pares y relaciones significativas con el profesorado. Además, LIFT sirve como una puerta de entrada al programa Ronald E. McNair Postbaccalaureate Achievement, que prepara a los estudiantes subrepresentados para estudios de posgrado. El 60% de los estudiantes de McNair comenzaron su trayectoria universitaria como participantes de LIFT, lo que resalta el impacto a largo plazo de estas iniciativas.
En la Universidad Chapman, las Leatherby Libraries han sido clave en el programa First-Generation Promising Futures, que apoya a los estudiantes sin antecedentes académicos familiares. En 2024, se organizó un evento de lectura y discusión sobre el libro First Gen: A Memoir de Alejandra Campoverdi, una graduada de Harvard y exasesora de la Casa Blanca, quien compartió su experiencia como estudiante de primer año. Este tipo de actividades fomenta un sentido de pertenencia y refuerza la importancia de las narrativas de los estudiantes de primera generación, mientras se promueve la solidaridad y el entendimiento en la comunidad universitaria.
Estos esfuerzos no solo resaltan cómo las bibliotecas universitarias pueden ser agentes de cambio al proporcionar recursos vitales y apoyo académico, sino también cómo pueden ayudar a disminuir las disparidades en el acceso a la educación. Al abordar cuestiones clave como la accesibilidad a los materiales educativos, el desarrollo de habilidades académicas y la construcción de redes de apoyo, las bibliotecas se posicionan como un pilar fundamental en la inclusión y el éxito de los estudiantes de primer año. Con el apoyo adecuado, estos estudiantes pueden superar los obstáculos tradicionales y aprovechar las oportunidades educativas para prosperar académica y profesionalmente.