La IA complica el plagio. ¿Cómo deben responder los científicos?

Kwon, Diana. «AI Is Complicating Plagiarism. How Should Scientists RespondNature, 30 de julio de 2024. https://doi.org/10.1038/d41586-024-02371-z.

El uso de herramientas de inteligencia artificial generativa (IA) en la escritura plantea preguntas difíciles sobre cuándo debería permitirse su uso. Estos sistemas, como ChatGPT, pueden ahorrar tiempo, mejorar la claridad y reducir barreras lingüísticas. Sin embargo, complican el debate sobre el uso indebido del trabajo ajeno, ya que la IA puede generar texto que se asemeja a contenidos existentes, lo que podría considerarse plagio.

La IA generativa plantea un desafío al distinguir entre la escritura completamente humana y la completamente generada por máquinas, creando una «zona gris» difícil de definir. Aunque el uso no autorizado de herramientas de IA puede no ser considerado plagio, podría verse como generación de contenido no autorizado. Este debate también incluye preocupaciones sobre la infracción de derechos de autor, ya que estas herramientas se entrenan con grandes cantidades de textos publicados sin permiso.

El uso de IA en la redacción académica ha aumentado rápidamente, con estimaciones que indican que al menos el 10% de los resúmenes en artículos biomédicos de 2024 han utilizado estas herramientas. La comunidad académica está dividida sobre cuándo el uso de IA es ético o constituye plagio. Algunas revistas han comenzado a exigir la divulgación completa del uso de IA, pero las políticas varían.

AI EN ARTÍCULOS ACADÉMICOS
Según un análisis de 14 millones de resúmenes de PubMed, el uso de palabras estilísticas (como «delves») aumentó de forma inusitada tras la generalización de los grandes modelos lingüísticos. Ello eclipsó el aumento de palabras relacionadas con el contenido de la pandemia (como «COVID»).

Además, los detectores de textos generados por IA aún no son completamente fiables, especialmente cuando los textos han sido ligeramente editados. Esto dificulta identificar y diferenciar entre contenido generado por IA y por humanos, especialmente para autores no nativos en inglés. La integración de herramientas de IA en plataformas comunes como Word y Google Docs complicará aún más la distinción entre contenido influenciado por IA y el que no lo es.

La respuesta de la comunidad científica incluye la necesidad de desarrollar guías claras sobre el uso de IA y reconocer que el avance tecnológico podría seguir superando la capacidad de regulación y detección.