Diseño de espacios para un aprendizaje eficaz

Designing Spaces for Effective Learning: a guide to 21st century learning space design. JISC, 2014

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El aprendizaje está cambiando en el siglo XXI. Las tecnologías utilizadas en el aprendizaje, como pizarras interactivas, entornos de aprendizaje personalizados, redes inalámbricas y dispositivos móviles, junto con Internet y recursos digitales de aprendizaje de alta calidad, así como la capacidad de acceder a muchos de estos desde el hogar y el lugar de trabajo, están alterando las experiencias y aspiraciones de los estudiantes.

El aumento de la inversión en instalaciones y tecnologías de aprendizaje, junto con la necesidad de una utilización más eficiente del espacio, está volviéndose cada vez más importante para los altos directivos y tomadores de decisiones mantenerse al tanto de las nuevas ideas sobre el diseño de espacios de aprendizaje ricos en tecnología.

Comprender lo que hace un diseño efectivo es crucial. Los mejores diseños probablemente ayudarán a todos dentro de la institución a trabajar de manera más productiva y a producir estudiantes seguros, adaptables, independientes e inspirados para aprender. En resumen, el diseño de nuestros espacios de aprendizaje debería convertirse en una representación física de la visión y estrategia de la institución para el aprendizaje, siendo receptivo, inclusivo y compatible con el logro de todos.

Un edificio educativo es un recurso costoso a largo plazo. El diseño de sus espacios individuales debe ser:

• Flexible: para dar cabida tanto a las pedagogías actuales como a las que evolucionan.

• A prueba de futuro: para permitir la reasignación y reconfiguración del espacio.

• Atrevido: para mirar más allá de las tecnologías y pedagogías probadas.

• Creativo: para energizar e inspirar a estudiantes y tutores.

• De apoyo: para desarrollar el potencial de todos los estudiantes.

• Emprendedor: para hacer que cada espacio sea capaz de respaldar diferentes propósitos.

Un espacio de aprendizaje debe ser capaz de motivar a los estudiantes y promover el aprendizaje como una actividad, respaldar prácticas colaborativas y formales, proporcionar un entorno personalizado e inclusivo, y ser flexible ante las cambiantes necesidades. El papel que desempeña la tecnología en lograr estos objetivos es el foco de esta guía.