España quiere cambiar su forma de evaluar a los científicos y acabar con la «dictadura de los artículos».

«Spain Wants to Change How It Evaluates Scientists—and End the ‘Dictatorship of Papers’». Accedido 30 de noviembre de 2023. https://www.science.org/content/article/spain-wants-change-how-it-evaluates-scientists-and-end-dictatorship-papers.

El muy criticado sistema español de evaluación de científicos, en el cual el único criterio para el avance profesional es la publicación de artículos, está listo para ser reformado según las nuevas propuestas de la Agencia Nacional de Evaluación y Acreditación (ANECA) del país.

Las reformas, anunciadas a principios de este mes, verían por primera vez a los investigadores de las universidades públicas de España evaluados por una variedad de resultados además de los artículos, y también se fomentaría la distribución de hallazgos a través de plataformas de acceso abierto. Muchos científicos están dando la bienvenida a este cambio, diciendo que ayudará a la academia a dejar atrás un sistema que ha sido descrito como el establecimiento de una «dictadura de artículos».

Actualmente, ANECA evalúa el «rendimiento investigador» de los académicos cada 6 años. Para obtener un modesto aumento salarial y ser elegibles para ascensos, los investigadores deben demostrar que han publicado un mínimo de cinco artículos durante ese período en revistas de alto impacto indexadas en el Journal Citation Reports (JCR), una base de datos producida por la empresa de análisis editorial Clarivate. Cumplir con este objetivo también permite a los científicos supervisar a estudiantes de doctorado y ser enumerados como investigadores principales en sus universidades, lo que les brinda acceso a un presupuesto más amplio.

El gobierno español introdujo este sistema en 1994 en un esfuerzo por aumentar la productividad de los investigadores del país. Y tuvo éxito: para 2021, España ocupaba el puesto 11 a nivel mundial en producción científica, con más de 100.000 publicaciones anuales, según el Ministerio de Ciencia e Innovación.

Pero muchos académicos dicen que el sistema ha tenido un impacto negativo en la calidad de su trabajo y en la ciencia en general. Desencadenó «una máquina insaciable de publicación de artículos», según Ángel Delgado Vázquez, jefe del Servicio de Apoyo al Aprendizaje e Investigación en la Universidad Pablo de Olavide. Los investigadores pueden trabajar frenéticamente para cumplir con el objetivo, publicando un artículo cada 2 días. Otros han tomado atajos, publicando artículos de baja calidad o buscando fraudulentamente la coautoría; algunos han admitido recibir pagos de investigadores en Arabia Saudita o India para coautorar artículos en los que no contribuyeron. Los críticos dicen que el sistema también ha alentado a los investigadores a priorizar la publicación sobre la enseñanza y a utilizar fondos públicos para pagar tarifas de procesamiento de artículos cada vez más altas impuestas por algunas revistas.

Bajo el nuevo sistema, ANECA quiere que las evaluaciones consideren una gama más amplia de resultados de investigación, incluyendo «publicaciones, patentes, informes, estudios, trabajos técnicos, obras artísticas, exposiciones, excavaciones arqueológicas, [y la] creación de registros bibliográficos». Los evaluadores ya no solo tendrán en cuenta el factor de impacto de las revistas en las que publican los científicos, sino también detalles como si la investigación llega a audiencias no académicas a través de informes de noticias o documentos gubernamentales. Los artículos también obtendrán una puntuación más alta cuando se produzcan en colaboración con comunidades locales u otros autores no académicos. Y en un intento de reducir el nivel de fondos públicos gastados en costos de publicación, los evaluadores tendrán en cuenta los artículos publicados en plataformas de publicación de acceso abierto no comerciales que no cobran tarifas a los autores, como Open Research Europe.

Los cambios son un intento de corregir un sistema que ha priorizado «cantidad sobre calidad» y de «reconocer que hay diferentes formas de hacer ciencia», según Pilar Paneque, directora de ANECA. También espera que el nuevo sistema ayude a reducir el fraude en la publicación. (Delgado Vázquez, por su parte, cree que «sin duda contribuirá a erradicar prácticas poco éticas»).

Las propuestas son una «apuesta audaz», según Núria Benítez Monforte, administradora de investigación en el Instituto Catalán de Nanociencia y Nanotecnología. Pero otros dicen que se necesita una reforma aún más radical. Por ejemplo, la científica de la información Eva Méndez, miembro de la Junta Directiva de la Coalición para el Avance de la Evaluación de la Investigación, sostiene que los ciclos de evaluación de 6 años deberían abolirse por completo, porque «solo sirven para enriquecer a las principales editoriales científicas, aumentando la frustración de los investigadores más jóvenes».

ANECA está revisando actualmente unos 600 comentarios que ha recibido sobre sus propuestas de cambios, con el objetivo de finalizar el nuevo sistema de evaluación a finales de este mes. Si todo sale según lo planeado, entraría en vigencia el 1 de enero de 2024.