
«No se puede leer completamente un libro sin estar solo. Pero a través de esta misma soledad te relacionas íntimamente con personas a las que de otro modo nunca habrías conocido, ya sea porque llevan siglos muertas o porque hablaban lenguas que no puedes entender. Y, sin embargo, se han convertido en tus amigos más íntimos, en tus consejeros más sabios, en los magos que te hipnotizan, en los amantes con los que siempre has soñado.
«
Antonio Muñoz Molina