La biblioteca se convirtió en su refugio

«Jean-Baptiste recorrió las estanterías de la biblioteca, sus dedos rozando los lomos gastados de los libros. Allí, entre el olor a tinta y papel, encontró un escape de su realidad. Los libros se convirtieron en sus confidentes, sus maestros, sus amigos. A través de las páginas, exploró tierras lejanas, amores prohibidos y misterios insondables. La biblioteca se convirtió en su refugio, en un lugar donde su sed insaciable de conocimiento encontraba alivio».

«Baldini, el anciano perfumista, había sido bibliotecario antes de convertirse en un maestro de los aromas. Sus estanterías estaban llenas de libros antiguos y polvorientos, y aunque los olores y las palabras eran mundos aparte, él sabía que ambos tenían el poder de transportar a las personas a lugares desconocidos. En su biblioteca, encontró la inspiración para crear fragancias únicas y cautivadoras».

«El perfume» de Patrick Süskind