
PEN America. The Bills Igniting Book Bans: Evolving State Legislative Efforts to Censor Public School Libraries, 18 de diciembre de 2025. Disponible en: https://pen.org/report/the-bills-igniting-book-bans/
El informe The Bills Igniting Book Bans de PEN America documenta cómo una serie de leyes estatales en Estados Unidos están impulsando prohibiciones de libros en escuelas públicas, transformando lo que antes eran acciones locales en una tendencia legislativa más amplia. Desde 2021, esta organización —dedicada a defender la libertad de expresión— ha registrado casi 23 000 instancias de libros removidos de bibliotecas escolares, un fenómeno que ha llegado a normalizarse debido a la presión de grupos políticos organizados y a campañas que argumentan falsamente que ciertas historias o contenidos representan un peligro para los estudiantes. Estas acciones se engloban en lo que PEN denomina la “Ed Scare”, una ola de miedo y confrontación orientada a censurar temas relacionados con raza, género, sexualidad y contenidos percibidos como “controvertidos” en el currículo escolar y las colecciones de bibliotecas.
El informe detalla cómo estas prohibiciones no surgen de decisiones aisladas de juntas escolares, sino que leyes estatales específicas han servido como motor para que los distritos retiren libros. Estas leyes usan eufemismos como “gag orders educativos” (órdenes de silencio) y prohíben hablar de ciertos conceptos históricos o identitarios en las aulas, lo que a menudo termina influenciando la eliminación de libros de las bibliotecas aunque los textos en cuestión no infrinjan directamente la normativa. Ejemplos concretos incluyen leyes en estados como Florida, que primero limitó cómo se enseñan temas de raza y orientación sexual y luego se extendió a contenidos explícitos; y Missouri, donde una ley que criminalizaba la entrega de ciertos materiales a estudiantes llevó a la retirada de centenares de libros. En muchos casos, la amenaza de sanciones legales, multas o incluso la revocación de licencias ha generado una cultura de sobrecumplimiento entre bibliotecarios y educadores que prefieren retirar libros antes que enfrentar riesgos legales o presiones políticas.
Un punto central es que la mayoría de estas leyes usan lenguaje amplio, indefinido o vago, lo que da lugar a interpretaciones exageradas que amplían su alcance más allá de lo pretendido por los legisladores. Por ejemplo, algunas estipulan que cualquier contenido “sexual” o “ofensivo” debe ser removido de inmediato, aunque no cumpla con el criterio legal tradicional de obscenidad (como el Miller test del derecho estadounidense). Esto ha llevado a retiradas de libros que abordan temas de consentimiento, pubertad, abuso o representaciones de diversidad de identidad, aunque estos textos tengan valor literario, educativo o social. Otro efecto importante es la estigmatización de historias con personajes LGBTQ+ y personas de color, ya que muchas leyes están formuladas de manera que estas narrativas son automáticamente sospechosas o “no apropiadas” para entornos escolares.
El informe también describe las consecuencias educativas y sociales de estas leyes: la remoción masiva de títulos restringe el acceso de los estudiantes a una educación diversa, limita el desarrollo de habilidades lectoras y puede afectar negativamente la salud mental de jóvenes de identidades marginadas. PEN America señala que, aunque algunos estados han adoptado leyes de protección del derecho a leer (como Rhode Island, Colorado o Connecticut), muchos otros siguen promoviendo normas que debilitan la autonomía de las bibliotecas y socavan prácticas profesionales en educación. Frente a este contexto, la organización concluye que es esencial resistir estas políticas, apelando a interpretaciones legales claras, acciones comunitarias y defensa pública para preservar la libertad de leer y garantizar que los estudiantes tengan acceso a una amplia gama de historias, experiencias y perspectivas.
Datos clave:
- PEN America ha registrado casi 23 000 instancias de prohibiciones de libros en escuelas públicas desde 2021. Estas cifras reflejan cómo se ha convertido en un fenómeno sistemático y no solo en acciones aisladas de juntas escolares.
- 51 leyes y políticas estatales (entre 2021 y 2025) han sido identificadas como directamente vinculadas a prohibiciones de libros en las escuelas. Estas incluyen leyes con “órdenes de silencio educativo” o restricciones explícitas sobre temas de identidad, raza, género y sexualidad.
- Restricciones sobre enseñanza de temas como raza, género o identidad LGBTQ+ (educational gag orders).
- Normas amplias sobre “contenido sexual” o “obsceno” que van más allá de las definiciones legales tradicionales, generando miedo y sobrecumplimiento en distritos escolares.
- Estados como Florida, Texas y Tennessee reportan cifras particularmente altas de prohibiciones. Por ejemplo, en el año escolar 2024-2025, Texas reportó 1 781 libros restringidos, ubicándose como uno de los estados con mayor número de prohibiciones