
«Que los libros de esta biblioteca tienen poderes muy extraños, y cada vez que se abre un libro de Mogador, en algún otro lugar del universo explota una estrella o comienza en el norte de Canadá la extraña migración de doscientos millones de mariposas que cruzarán cinco mil kilómetros para pasar el invierno entre volcanes apagados de México. O los mares se retiran, o todas las cabras se suben a los arganos: esos árboles mogadorianos que pacientes vigilan la entrada del Sahara. O un genio en algún desván insospechado de Bosnia Herzegovina compone una sinfonía dedicada a la bellísima biblioteca de Sarajevo, destruida en la guerra. O, tal vez, en un estudio de Nueva York, un fértil escultor anglomexicano y catalán engendra en bronce bichos singulares: una nueva especie inesperada de esos intrigantes cangrejos herradura que son descritos por los científicos como “fósiles vivos” y que, desafiando abiertamente las leyes de Darwin, sin cambiar y sin adaptarse desde hace doscientos millones de años, se reproducen cada primavera en las playas de Nueva Inglaterra y de la península de Yucatán.»
Alberto Ruy Sánchez «Nueve veces el asombro»