Espacios coworking y bibliotecas

Las bibliotecas están innovando para incluir servicios de coworking. Estos espacios no solo resguardan colecciones bibliográficas sino que también se convierten en lugares para la creatividad, el trabajo colaborativo y la autoformación. Las bibliotecas como tercer espacio son idóneas para el trabajo y pueden ofrecer servicios adicionales como mentores expertos, clases y recursos físicos y digitales.

Los espacios de coworking están diseñados específicamente para fomentar la colaboración y la interacción entre emprendedores y profesionales. Se trata de un espacio con tecnología moderna para ayudar al estudio o el trabajo y es un ambiente que les ayudará a concentrarse y ser productivo.

La historia de los espacios de coworking se remonta a 1995 en Berlín, Alemania, con la apertura de c-base, una asociación sin fines de lucro originalmente diseñada como un lugar para que los hackers se reunieran, colaboraran y compartieran ideas. En el mismo año, el diseñador de juegos estadounidense Bernard DeKoven acuñó el término «coworking» para describir la idea de personas de diferentes orígenes trabajando en un entorno compartido. Posteriormente, se abrieron espacios de hackers en Santa Clara, San Francisco y Brooklyn, y los seminarios y eventos sociales se convirtieron en eventos regulares en algunos de estos espacios.

Algunos de los beneficios de los espacios de coworking incluyen la oportunidad de establecer redes y colaborar con personas afines, la disponibilidad de salas de reuniones y espacios privados, la provisión de instalaciones modernas y funcionales, la accesibilidad y flexibilidad de horarios, y el ambiente relajado y propicio para la concentración. Estos espacios están diseñados para proporcionar un equilibrio entre el bullicio de una cafetería y la tranquilidad de una biblioteca, creando un entorno cómodo y eficiente para trabajar y estudiar.

Los espacios de coworking se están convirtiendo en un elemento básico del mundo laboral actual, ya que las personas y empresas cada vez valoran más el trabajo colaborativo y el aprendizaje, el sentido de comunidad, la tecnología y la sostenibilidad. Se están haciendo populares entre trabajadores autónomos, trabajadores remotos, emprendedores, propietarios de pequeñas empresas, nómadas digitales, jóvenes profesionales y estudiantes. Son un espacio deseado para estudiar y trabajar, ya que es una alternativa al espacio tradicional de trabajo desde casa. Atraen a personas con ideas afines, lo que crea un entorno positivo para trabajar, estudiar y establecer contactos.

La instalación de un espacio de coworking en una biblioteca puede ofrecer una serie de beneficios tanto para la comunidad como para la propia biblioteca. Aquí hay algunas razones por las que podría ser una buena idea:

  1. Ampliación de servicios: Incorporar un espacio de coworking amplía los servicios que la biblioteca puede ofrecer a la comunidad. Además de ser un lugar para acceder a recursos impresos y digitales, la biblioteca también se convierte en un espacio para trabajar, colaborar y conectar con otros profesionales.
  2. Atracción de nuevos usuarios: Los espacios de coworking son populares entre una amplia gama de personas, incluidos trabajadores autónomos, emprendedores, estudiantes y profesionales independientes. Al ofrecer un espacio de coworking, la biblioteca puede atraer a nuevos usuarios que de otra manera podrían no haber utilizado sus servicios.
  3. Fomento de la innovación y la colaboración: El ambiente de colaboración y creatividad de un espacio de coworking puede fomentar la innovación y el intercambio de ideas entre los usuarios. Esto puede llevar a la creación de nuevos proyectos, empresas emergentes y colaboraciones entre individuos y organizaciones.
  4. Utilización de recursos existentes: Las bibliotecas ya cuentan con infraestructura y personal capacitado para ofrecer servicios a la comunidad. Al utilizar estos recursos existentes para establecer un espacio de coworking, la biblioteca puede maximizar su impacto y eficiencia sin necesidad de inversiones significativas adicionales.
  5. Promoción de la biblioteca como un centro comunitario: La instalación de un espacio de coworking puede ayudar a posicionar a la biblioteca como un centro comunitario dinámico y relevante. Esto puede fortalecer la conexión entre la biblioteca y la comunidad, aumentando su relevancia y su apoyo público.

La planificación y diseño de un espacio de coworking requiere considerar varios aspectos para crear un entorno funcional, atractivo y adecuado para las necesidades de los usuarios. En primer lugar, es crucial realizar una investigación exhaustiva del mercado para comprender las necesidades y preferencias de los usuarios potenciales. Esta investigación proporciona información valiosa sobre la demanda del mercado y ayuda a identificar la audiencia objetivo del espacio de coworking.

Una vez que se han definido los objetivos del espacio y se ha identificado la audiencia objetivo, se procede al diseño físico del espacio. Este diseño debe ser flexible y adaptable para acomodar una variedad de actividades y necesidades de los usuarios. Se pueden incluir áreas abiertas de trabajo, salas de reuniones, zonas de descanso, áreas de colaboración y espacios privados para llamadas o reuniones.

La infraestructura y el equipamiento son aspectos fundamentales del diseño del espacio de coworking. Es importante asegurarse de contar con la infraestructura necesaria, como conexiones de internet de alta velocidad, tomas de corriente suficientes, equipos de impresión y escaneo, y mobiliario ergonómico y confortable. La tecnología también desempeña un papel importante, con la integración de pantallas de proyección, pizarras electrónicas y sistemas de reservas de salas.

El diseño interior y el ambiente del espacio son aspectos clave para crear un entorno acogedor y productivo. El diseño interior debe ser atractivo y funcional, con colores y materiales que promuevan la concentración y la creatividad. Además, se pueden incorporar elementos decorativos, plantas, iluminación adecuada y música ambiental discreta para crear un ambiente positivo y motivador.

Por último, es importante cumplir con todas las normativas y regulaciones locales relacionadas con la seguridad, accesibilidad, zonificación y licencias comerciales. Además, se debe desarrollar una estrategia de promoción y marketing para atraer a usuarios potenciales y dar a conocer el espacio de coworking en la comunidad. Esto puede incluir la creación de un sitio web, redes sociales, eventos de lanzamiento y colaboraciones con organizaciones locales.

Algunos ejemplos de bibliotecas con espacios de este tipo son la Biblioteca Pública de Nueva York que ha implementado espacios de coworking en varias de sus sucursales, como la Thomas Yoseloff Business Center at the Stavros Niarchos Foundation Library (SNFL) y la Mulberry Street Library que ofrecen una amplia gama de recursos gratuitos, incluyendo recursos electrónicos de primera calidad y servicios para empresas de todos los tamaños, desde empresas de nueva creación a empresas establecidas que buscan expansión, y para los solicitantes de empleo, desde el nivel básico al ejecutivo. El personal de la biblioteca ofrece asistencia y consultas. Los servicios de asesoramiento corren a cargo de empresarios con experiencia, planificadores financieros certificados y asesores financieros. Otra de las grandes bibliotecas que ofrece este servicio es la Biblioteca Central de Vancouver que cuenta con un espacio de coworking llamado «The Inspiration Lab«, que ofrece estudios de grabación, estaciones de edición de video, estaciones de diseño gráfico y áreas de trabajo compartidas para profesionales creativos. También la Biblioteca Municipal de Ámsterdam, conocida como OBA (Openbare Bibliotheek Amsterdam), ofrece espacios de coworking en varias de sus sucursales. Estos espacios están diseñados para profesionales independientes y emprendedores, y ofrecen áreas de trabajo compartidas, salas de reuniones y eventos de networking. a Biblioteca Central de Singapur cuenta con el espacio «library@orchard«, que incluye áreas de coworking para profesionales independientes y emprendedores. Además de las áreas de trabajo compartidas, el espacio también ofrece servicios de asesoramiento empresarial y talleres de desarrollo profesional. También la Biblioteca Estatal de Queensland ha implementado el espacio «The Edge«, que ofrece áreas de coworking, estudios de grabación, salas de reuniones y talleres de desarrollo profesional para emprendedores y profesionales creativos.

En conclusión, las bibliotecas están evolucionando para convertirse en espacios más dinámicos y multifuncionales al incluir servicios de coworking que proporcionan un entorno propicio para el trabajo colaborativo y el desarrollo profesional, de este modo las bibliotecas pueden desempeñar un papel crucial como tercer lugar en la comunidad.