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Reinventando la biblioteca: espacios de conocimiento centrados en la comunidad

acohen. 2025. Reimagining the Library: Community-Centered Knowledge Spaces. Library Planning Consultant, November 20, 2025. https://www.acohen.com/blog/reimagining-the-library-community-centered-knowledge-spaces/

Se plantea que las bibliotecas se encuentran en un punto decisivo de transformación. Han dejado de ser simples depósitos de libros para convertirse en espacios híbridos donde convergen la creación de conocimiento, el trabajo colaborativo y la construcción comunitaria.

Siguiendo a Bennett, el texto subraya la necesidad de pasar de un modelo centrado en la colección a otro enfocado en el aprendizaje, entendiendo la biblioteca como un organismo vivo que debe adaptarse continuamente a las necesidades cambiantes de su comunidad. Esta evolución se refleja especialmente en el diseño de espacios diversos y flexibles, como salas de trabajo individual, zonas colaborativas y grandes áreas adaptables.

La urgencia de este cambio responde a varios factores convergentes. Por un lado, la proliferación de la información digital ha transformado radicalmente las formas de acceso y consumo del conocimiento, como señala Lankes. Por otro, las bibliotecas afrontan crecientes exigencias para demostrar su relevancia social en contextos marcados por la brecha digital, la desigualdad económica y la fragmentación cultural. Estas presiones hacen evidente que no bastan ajustes graduales: es imprescindible una reimaginación profunda de los espacios, servicios y funciones bibliotecarias para responder eficazmente a retos contemporáneos como la falta de salas de estudio o de espacios para el trabajo en grupo.

Para comprender realmente las necesidades de comunidades diversas, el texto propone superar los análisis demográficos tradicionales y adoptar enfoques más cualitativos y antropológicos. Estudios etnográficos, como los de Sung y Hepworth, muestran que la observación directa y la escucha activa permiten identificar necesidades invisibles a métodos superficiales. Hablar con la comunidad, observar sus comportamientos y aprender de sus usos reales del espacio resulta esencial para diseñar bibliotecas capaces de responder tanto a las demandas actuales como a las futuras.

Entre las metodologías destacadas se encuentra la inmersión etnográfica, que invita a los bibliotecarios a integrarse en la vida cotidiana de la comunidad mediante la observación participante. Este enfoque permite detectar patrones auténticos de uso del espacio, identificar zonas poco accesibles o incómodas y comprender dónde y cómo se producen las interacciones espontáneas. A ello se suman las sesiones de diseño participativo, en las que los usuarios contribuyen activamente a imaginar la biblioteca ideal. Experiencias como la de The Edge en la State Library of Queensland demuestran que estos procesos generan configuraciones espaciales innovadoras que no surgirían de una planificación tradicional, revelando deseos latentes como áreas de contemplación, espacios maker o zonas culturalmente significativas.

El análisis del comportamiento digital constituye otra dimensión clave para comprender las necesidades informativas de la comunidad. El estudio de patrones de búsqueda, uso de recursos digitales y dificultades de acceso a la información ofrece datos valiosos para diseñar tanto espacios físicos como entornos virtuales más ajustados a las prácticas reales de los usuarios. Integrar esta huella digital permite a las bibliotecas anticiparse a necesidades no satisfechas y reforzar su papel como mediadoras del conocimiento en entornos híbridos.

Finalmente, el texto aborda la importancia de analizar el uso actual de los espacios bibliotecarios desde una perspectiva compleja y dinámica. Más allá de medir la ocupación, se propone mapear los cambios temporales en el uso de los espacios a lo largo del día, identificar patrones de movimiento mediante mapas de calor y realizar auditorías sensoriales. Factores como la iluminación, el ruido o la comodidad influyen decisivamente en la experiencia del usuario y pueden convertirse en barreras invisibles al acceso. Comprender estas dinámicas permite tomar decisiones de diseño basadas en evidencias y avanzar hacia una biblioteca del futuro verdaderamente centrada en las personas.

Huelga de bibliotecarios en la British Library: precariedad laboral, ciberataque y fallos de gestión en la biblioteca nacional del Reino Unido

Cockerell, Claudia. 2025. Scandals, Grossly Underpaid Staff and a Devastating Cyber Attack: Inside the Nightmare at the British Library. The Standard, December 2025. https://www.standard.co.uk/news/london/british-library-staff-strike-cyber-attack-b1263045.html

El personal de la British Library protagonizó una huelga en diciembre de 2025 en protesta por bajos salarios, malas condiciones laborales y la continua crisis tras un devastador ciberataque ocurrido hace dos años, que dejó fuera de servicio muchos sistemas digitales y catálogos en línea. Los trabajadores, representados por el sindicato Public and Commercial Services Union (PCS), exigían mejores sueldos y condiciones, señalando que muchos empleados dependen de trabajos secundarios o de asistencia social debido a la insuficiencia de sus ingresos.

La British Library, la biblioteca nacional del Reino Unido y una de las mayores del mundo, ha sido escenario de una profunda crisis interna que combina huelgas prolongadas del personal, impactos persistentes de un ciberataque devastador de 2023 y tensiones sobre la gestión institucional y la financiación pública. La biblioteca, con más de 170 millones de ítems en su colección física —desde manuscritos históricos hasta obras impresas modernas— ha visto cómo estos problemas han afectado tanto a empleados como a usuarios académicos y al público en general.

La huelga, que llevó al cierre de las salas de lectura principales y a una significativa interrupción de los servicios, fue enmarcada por el profundo descontento con la gestión de la biblioteca. El ciberataque de octubre de 2023, perpetrado por el grupo de ransomware Rhysida, no solo dañó la infraestructura digital, sino que también filtró datos personales de empleados y usuarios en la dark web, lo que aumentó la carga de trabajo y la frustración del personal.

Un sondeo entre los trabajadores sindicalizados reveló que el 71% considera insuficiente su salario para cubrir sus necesidades básicas, obligando a muchos a recurrir a bancos de alimentos o a empleos secundarios. La frustración se intensificó con una comunicación interna sobre recomendaciones de “regalar experiencias o vales caseros” en Navidad como una manera de ahorrar dinero, percibida por muchos como una burla a la realidad económica del personal. Mientras tanto, los altos cargos ejecutivos ganan salarios significativamente mayores —el anterior director ejecutivo recibió alrededor de 165,000 £ al año, más de cinco veces el salario promedio del personal base— y algunos incluso percibieron bonificaciones después del ciberataque, lo que ha alimentado aún más el descontento.

La crisis actual no puede entenderse sin abordar el ciberataque que sufrió la biblioteca el 28 de octubre de 2023. Un grupo de ransomware conocido como Rhysida infiltró los sistemas de la institución mediante un servidor de acceso remoto que carecía de medidas de seguridad modernas como la autenticación multifactor, aprovechando vulnerabilidades y sistemas heredados.

Además, el artículo describe tensiones internas y críticas hacia la dirección de la biblioteca, incluyendo la renuncia del anterior director ejecutivo tras una breve gestión y la percepción de que los altos salarios de la alta dirección contrastan con la situación económica de los empleados de base. El malestar se agrava por la lentitud de la recuperación digital y la percepción de falta de apoyo institucional y gubernamental para abordar tanto las secuelas del ciberataque como las demandas laborales.

Estado físico de las bibliotecas públicas en Estados Unidos, sus necesidades de mantenimiento y los desafíos

U.S. Government Accountability Office (2025). Public Libraries: Many Buildings Are Reported to Be in Poor Condition, with Increasing Deferred Maintenance (GAO-26-107262). Recuperado de https://www.gao.gov/products/gao-26-107262

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A partir de una encuesta representativa a aproximadamente 16 400 bibliotecas públicas distribuidas en los 50 estados, el Distrito de Columbia y cuatro territorios, la Oficina de Rendición de Cuentas del Gobierno concluye que una proporción significativa de edificios presenta problemas estructurales, sistemas deteriorados y barreras físicas que afectan tanto a su operación como a la accesibilidad para personas con discapacidad.

El estudio detalla que cerca del 38 % de las bibliotecas (aproximadamente 6 000) reportan que al menos uno de los sistemas clave del edificio —como calefacción, ventilación o aire acondicionado (HVAC)— se encuentra en condición deficiente, lo que puede dificultar el uso seguro y eficaz de los espacios. Más aún, alrededor del 61 % (unos 9 800) identificaron que al menos un elemento de la infraestructura representa una preocupación de salud o seguridad, incluyendo problemas de accesibilidad física o diseños que no cumplen con las necesidades de todos los usuarios.

Una parte importante del informe subraya que el financiamiento federal está principalmente orientado a programas, servicios y actividades de las bibliotecas —no a la construcción ni a reparaciones de estructuras físicas—, lo que deja a la mayoría de los proyectos de mantenimiento en manos de recursos estatales o locales. Las bibliotecas encuestadas destacaron que el costo de construcción y reparación, junto con la falta de fondos suficientes, son los principales obstáculos para abordar eficazmente estas necesidades. Por ejemplo, algunos bibliotecarios entrevistados estimaron costos de decenas de miles de dólares sólo para renovar sistemas HVAC o eliminar materiales peligrosos como el asbesto.

El reporte de la GAO también identifica que una gran proporción de bibliotecas tienen acumulado un “mantenimiento diferido” significativo, es decir, tareas de reparación y mejoras que han sido postergadas por falta de recursos. Se estima que aproximadamente el 70 % de las bibliotecas enfrentan un volumen considerable de mantenimiento pendiente que probablemente persistirá o incluso aumentará en los próximos tres años si no crecen las inversiones destinadas a estas instalaciones. Esta situación se presenta de manera más crítica en bibliotecas pequeñas, rurales o con menor base impositiva local, que dependen de fondos limitados para sostener su infraestructura.

En conjunto, el informe de la GAO advierte que, aunque las bibliotecas públicas siguen cumpliendo roles esenciales como espacio para la lectura, la educación, tecnología comunitaria, servicios de emergencia y centros de votación, las condiciones físicas deterioradas y la falta de inversión en mantenimiento continuado representan una amenaza para su capacidad de servir plenamente a la comunidad. La Oficina de Rendición de Cuentas recomienda políticas que faciliten mayores oportunidades de financiación y estrategias de planificación para garantizar que las bibliotecas puedan actualizar y mantener edificios seguros, accesibles y funcionales.

Tradición oral y narrativa es un espacio donde las historias se preservan, se comparten y se reviven, conectando generaciones en la biblioteca

Ford, Anne. 2025. Bookend: Once Upon a Time. American Libraries Magazine, December 12, 2025. https://americanlibrariesmagazine.org/2025/12/12/bookend-once-upon-a-time/

Storytelling Resource Place (SRP) conserva y difunde historias de distintas culturas, integrando relatos orales y escritos. Funciona como un espacio de encuentro entre narradores y público, promoviendo la participación y la creatividad. Su objetivo es mantener viva la tradición narrativa y conectar generaciones a través de la palabra.

La riqueza global de las tradiciones de cuentos populares a través del ejemplo del Storytelling Resource Place (SRP) en Jonesborough, Tennessee. El texto parte de una imagen familiar —el cuento de Cenicienta— para mostrar que existen más de 600 variantes de esta fábula en distintas culturas del mundo. Esto ilustra cómo, lejos de ser relatos fijos y universales, los cuentos populares son organismos vivos que cambian y se adaptan en función del contexto, los narradores y las audiencias a las que se dirigen.

SRP se presenta como un archivo y espacio de preservación de la tradición oral, similar a como las bibliotecas salvaguardan el conocimiento escrito. El centro alberga libros, grabaciones, disfraces, instrumentos y objetos asociados con la actuación de historias, lo que permite a investigadores, educadores, cuentacuentos y al público en general explorar una vasta colección de relatos, leyendas, recuerdos personales y narraciones históricas. En este sentido, SRP no solo conserva materiales, sino que también fomenta la continuidad de la práctica de contar historias, reconociendo su valor cultural y comunitario

Un aspecto destacado del artículo es la presencia de objetos icónicos como el “sunbrella” de la narradora Angela Lloyd, un paraguas decorado con cintas y campanillas que Lloyd utilizaba durante sus actuaciones para “permitir que el sol brillara sobre las historias y los oyentes”. Este tipo de artefactos no solo tiene un valor simbólico, sino que también remite a la dimensión performativa y sensorial de los cuentos orales, algo que las colecciones tradicionales escritas no siempre capturan.

El artículo también sitúa a Jonesborough como la “capital mundial de la narración de historias”, gracias en parte al National Storytelling Festival, que se celebra cada octubre desde 1973 y reúne a cuentacuentos y entusiastas de todo el mundo. Además, 2025 marca el décimo aniversario de SRP, con planes de celebraciones a lo largo de 2026, y con la mirada puesta en expandir este modelo de archivo narrativo a nivel global para apoyar la recogida y documentación de tradiciones locales diversas.

Creación de vínculos comunitarios: encuesta sobre contenidos en lenguas extranjeras en bibliotecas públicas de EE. UU.

Library Journal y PressReader. Foreign-Language Content in U.S. Public Libraries Survey 2025. New York: Library Journal, 2025.

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Este informe presenta los resultados de una encuesta transversal realizada entre el 13 de junio y el 18 de julio de 2025 a 210 bibliotecas públicas estadounidenses, con el objetivo de analizar cómo estas instituciones adoptan e integran recursos digitales en lenguas extranjeras.

La investigación empleó un cuestionario estructurado con preguntas de opción única, respuesta múltiple y abiertas, administrado por correo electrónico. La muestra incluyó bibliotecas que atienden poblaciones desde menos de 1,000 hasta más de 2 millones de residentes, aunque debido al muestreo no probabilístico y la autoselección, los resultados deben interpretarse como indicativos más que estadísticamente proyectables. A pesar de estas limitaciones, el estudio proporciona una visión actualizada sobre cómo las bibliotecas perciben, adoptan y priorizan los recursos digitales en lenguas extranjeras, identificando brechas significativas entre la importancia atribuida a estos recursos y su disponibilidad real.

Diversidad Lingüística de los Usuarios. Los datos revelan que cuatro de cada cinco bibliotecas encuestadas han experimentado un aumento en la diversidad internacional de sus usuarios durante las últimas dos décadas, siendo el español el idioma más común después del inglés, seguido por las lenguas chinas. El 80% de los encuestados reportó un incremento en la representación internacional (35% significativo y 45% moderado), mientras que solo el 2% percibió alguna disminución. Aproximadamente tres cuartas partes de las bibliotecas operan en comunidades donde entre el 10% y el 49% de los residentes hablan un idioma distinto al inglés en casa, y dos tercios atienden comunidades donde se hablan cinco o menos idiomas diferentes. Sin embargo, cerca de uno de cada cinco debe funcionar como verdaderos centros multilingües comunitarios, sirviendo poblaciones que hablan 10 o más idiomas, lo que implica una complejidad considerablemente mayor en términos de recursos y personal. Las bibliotecas de tamaño medio, que sirven poblaciones entre 25,000 y 249,999 habitantes, reportaron los aumentos más significativos en diversidad, mientras que los sistemas más pequeños tendieron a mostrar mayor estabilidad en su composición demográfica.

Motivaciones de los Usuarios y Valor Percibido. Los usuarios buscan contenido internacional o en lenguas extranjeras principalmente para mantener conexiones culturales (72%), enriquecimiento personal o entretenimiento (63%), aprendizaje de nuevos idiomas (61%) y ayudar a los niños a mantener una lengua patrimonial (59%). Esta última motivación resonó particularmente entre bibliotecas de tamaño medio que sirven poblaciones de 100,000 a 240,000 habitantes. Más de tres cuartas partes de los encuestados (76%) creen que proporcionar periódicos y revistas internacionales ayuda a los usuarios a mantenerse conectados con eventos actuales de sus países de origen, al menos en un grado moderado. Los beneficios percibidos de ofrecer contenido internacional incluyen expandir el acceso para hablantes no nativos de inglés (86%), alinearse con objetivos de equidad y accesibilidad (78%), fortalecer el papel de la biblioteca como centro comunitario (74%), reflejar la diversidad cultural y lingüística de la comunidad (69%), aumentar el compromiso comunitario y el uso de la biblioteca (66%), y construir confianza y conexión con la comunidad (67%). Las bibliotecas de tamaño medio en el rango de 100,000 a 249,999 habitantes mostraron el mayor reconocimiento de estos beneficios, particularmente en apoyar programas de aprendizaje de idiomas y ESL.

Oferta Actual de Contenidos. Aunque casi todas las bibliotecas del estudio ofrecen algún tipo de contenido que sirve necesidades internacionales o en lenguas extranjeras (97%), la profundidad y visibilidad de estas colecciones son notablemente limitadas. Los libros digitales son el formato más ofrecido (75%), seguidos de películas (68%) y contenido de audio (66%). Sin embargo, las bases de datos en múltiples idiomas y los periódicos/revistas digitales son menos comunes, ofreciéndose solo por aproximadamente el 40% de las bibliotecas. Más preocupante aún, un tercio de las bibliotecas no ofrece ningún periódico o revista en lenguas extranjeras, y el 77% de la muestra ofrece muy pocos recursos o desconoce la extensión de sus colecciones en esta área. Solo el 3% de los encuestados describió su colección como extensa en contenido internacional, mientras que el 74% la caracterizó como limitada en profundidad de diversidad. En términos de visibilidad, únicamente el 13% consideró que su contenido en lenguas extranjeras era altamente visible, mientras que casi el 40% reportó visibilidad mínima o inexistente. La mayoría de las bibliotecas (59%) representa entre 1 y 5 idiomas en sus colecciones, aunque el 40% restante representa 6 o más idiomas, con un 6% ofreciendo contenido en más de 20 lenguas.

La Brecha entre Importancia y Desempeño. Existe una discrepancia significativa entre la importancia percibida del contenido en lenguas extranjeras y la capacidad real de las bibliotecas para satisfacer estas necesidades. Aproximadamente cuatro de cada cinco encuestados (80%) califican el contenido en lenguas extranjeras como al menos moderadamente importante para sus usuarios, con el 48% considerándolo muy o extremadamente importante. Sin embargo, el 84% de las bibliotecas evalúa su desempeño en satisfacer las necesidades de comunidades multilingües como solo moderado o inferior, y únicamente el 12% afirma cumplir con estas necesidades muy bien o extremadamente bien. Esta brecha es particularmente visible en el caso de periódicos y revistas internacionales: aunque grandes mayorías reconocen que estas fuentes ayudan a los usuarios a mantenerse conectados con sus culturas de origen, un tercio de las bibliotecas no ofrece ninguno de estos recursos, y muchas otras ofrecen solo un número limitado de títulos. Las bibliotecas de tamaño medio (25,000-249,999 habitantes) reportaron las calificaciones de importancia más altas y las motivaciones de usuarios más fuertes, pero paradójicamente también mostraron algunas de las mayores incidencias de barreras para expandir estos servicios.

Barreras Estructurales y Desafíos. Las limitaciones para proporcionar contenido adicional en lenguas extranjeras no surgen de falta de voluntad o actitud, sino de barreras estructurales concretas. Las restricciones presupuestarias y de financiamiento encabezan la lista de desafíos (14% de menciones), seguidas por la disponibilidad y acceso limitado a contenido multilingüe, lagunas en las habilidades lingüísticas del personal, bajo uso o demanda percibida, desafíos en el desarrollo de colecciones, problemas de concienciación y marketing comunitario, calidad de los materiales, limitaciones de proveedores, y barreras técnicas de catalogación. La experiencia limitada en lenguas extranjeras del personal es particularmente alta en bibliotecas que sirven poblaciones de 100,000 a 499,999 habitantes, indicando una necesidad de capacitación o reclutamiento en estos sistemas de tamaño medio y grande con bases de usuarios más diversas. Los problemas de descubrimiento e integración en los catálogos se mencionan repetidamente, y muchas bibliotecas expresan incertidumbre sobre las fuentes de adquisición de contenido en lenguas extranjeras. La mayoría continúa dependiendo de proveedores tradicionales de bibliotecas (57%) o préstamos interbibliotecarios (44%), mientras que las fuentes de noticias digitales y las asociaciones internacionales son menos comunes y tienden a concentrarse en sistemas más grandes.

Patrones Diferenciados por Tamaño de Población Servida. El análisis revela patrones distintos según el tamaño de la población atendida. Las bibliotecas pequeñas (menos de 25,000 habitantes) tienden a estandarizar en un solo proveedor y rara vez licencian publicaciones periódicas; sus principales factores limitantes son el presupuesto y la capacidad del personal, y aunque el descubrimiento es más simple, la cobertura es estrecha. Los sistemas de tamaño medio (25,000-249,999) reportan las calificaciones de importancia más altas y las motivaciones de usuarios más fuertes relacionadas con conexión cultural, idiomas patrimoniales y aprendizaje de lenguas, pero también enfrentan algunas de las mayores barreras. Estos sistemas son lo suficientemente grandes como para requerir amplitud y múltiples formatos, pero no lo bastante grandes como para absorber sosteniblemente los costos multiplataforma y los requisitos adicionales de flujo de trabajo. Las bibliotecas grandes (más de 500,000) son las más diversificadas en sus ofertas, combinando una variedad de proveedores de contenido digital con suscripciones directas, y atribuyen importancia de manera más uniforme a través de diferentes motivaciones. Sin embargo, incluso estos sistemas reportan restricciones familiares, como presión presupuestaria y brechas de contenido para grupos de edad específicos y dialectos particulares.

Necesidades Futuras y Prioridades de Expansión. Al mirar hacia el futuro, las bibliotecas de todos los tamaños comparten visiones similares para expandir su contenido internacional, aunque la urgencia de estas necesidades depende del tamaño de la comunidad servida. Las principales prioridades incluyen agregar más libros en diferentes idiomas (83%), ampliar las ofertas de bases de datos internacionales o en lenguas extranjeras (62%), e incrementar el acceso a periódicos y revistas internacionales (52%). El interés en ofrecer más «libros en diferentes idiomas» está fuertemente asociado con la visión de que expandir el acceso para hablantes no nativos de inglés es uno de los mayores beneficios de la biblioteca, lo que refuerza el papel de la institución como centro comunitario. Al considerar nuevos proveedores, los factores de decisión más importantes son consistentes con las presiones y barreras identificadas, destacando el papel crucial que estos desafíos juegan en el proceso de evaluación. Los proveedores que ofrecen precios apropiados según el segmento, resuelven desafíos de descubrimiento y proporcionan análisis creíbles, junto con bibliotecas que aumentan la visibilidad a través de programas piloto dirigidos, pueden ayudar a cerrar la brecha importancia-desempeño mientras minimizan la tensión adicional sobre presupuestos y personal.

Conclusiones e Implicaciones. Los datos sugieren un ecosistema en el que la demanda es firme y creciente, pero la prestación de servicios está limitada por la estructura de costos, la capacidad del personal y el descubrimiento. Las publicaciones periódicas parecen representar la mayor oportunidad no satisfecha: las bibliotecas valoran su impacto pero luchan por licenciarlas y presentarlas a escala. Las instituciones más preparadas para expandir sus servicios (sistemas de tamaño medio) son precisamente aquellas más limitadas por los costos por plataforma y las cargas de integración. El estudio demuestra que expandir el acceso y uso de recursos digitales en lenguas extranjeras depende más de abordar barreras estructurales que de cambiar actitudes. Las bibliotecas reconocen el valor del contenido en lenguas extranjeras y desean más, particularmente libros, bases de datos y noticias/revistas. Los hallazgos relacionados con puntos problemáticos y patrones de adopción son relativamente consistentes en toda la muestra, con alguna diferenciación sistemática por tamaño: las bibliotecas pequeñas necesitan opciones iniciales asequibles; los sistemas de tamaño medio necesitan amplitud con baja fricción; y los sistemas grandes necesitan integración, análisis y curación dirigida. La diversidad de contenidos no es meramente deseable sino fundamental para el acceso equitativo y la relevancia en sistemas de todos los tamaños.

El papel de las bibliotecas públicas en el acceso a contenidos en lenguas extranjeras

PressReader. How U.S. Public Libraries Are Closing the Language Gap.” PressReader (blog), accessed December 2025. https://blog.pressreader.com/libraries-institutions/how-public-libraries-provide-foreign-language-content

Las bibliotecas públicas desempeñan un papel crucial en reducir la brecha lingüística y ofrecer acceso a contenidos en varios idiomas, reconociendo que, en un mundo cada vez más diverso, el acceso a materiales en lenguas extranjeras es esencial para satisfacer las necesidades de sus comunidades.

Según una encuesta citada en el blog, casi todas las bibliotecas encuestadas consideran que el contenido multilingüe es fundamental, pero aproximadamente tres de cada cuatro describen sus colecciones multilingües como limitadas, lo que indica una brecha importante entre demanda y oferta de recursos en otros idiomas fuera del idioma dominante de cada país.

Para mejorar el acceso a lenguas extranjeras, las bibliotecas están maximizando sus recursos digitales, aprovechando plataformas que ofrecen libros, películas y materiales de audio en múltiples idiomas. Una estrategia común es proporcionar acceso gratuito a apps y servicios de aprendizaje de idiomas que cubren decenas de lenguas (por ejemplo, Mango Languages o Transparent Language), así como poner a disposición colecciones periódicas y multimedia en lenguas diversas para fomentar tanto el aprendizaje como la conexión cultural.

Además, las bibliotecas combinan los recursos digitales con programas comunitarios dinámicos que fortalecen las habilidades lingüísticas de los usuarios. Esto incluye actividades como clubes de conversación en el idioma objetivo, sesiones de cuentacuentos en varios idiomas, talleres de ayuda con deberes escolares en lenguas extranjeras y eventos culturales que integran elementos del idioma y la cultura relacionados. Estas iniciativas no solo facilitan el aprendizaje de idiomas, sino que también promueven la integración social y cultural de las comunidades multilingües.

Un desafío citado por las bibliotecas es que, aunque tienen cada vez más recursos disponibles, la visibilidad y accesibilidad de los materiales multilingües suele ser baja; es decir, muchos usuarios no conocen los recursos que existen o no están organizados de una manera fácil de encontrar. Por ello, las bibliotecas están implementando prácticas como señalización bilingüe, áreas dedicadas a colecciones en lenguas extranjeras y exposiciones destacadas que aumentan la presencia y el uso de estos materiales dentro de los espacios físicos y virtuales de la biblioteca.

En conjunto, estas estrategias reflejan un enfoque integral: combinar herramientas digitales con programas centrados en la comunidad y esfuerzos por hacer visibles los recursos disponibles, lo que permite a las bibliotecas no solo ofrecer acceso a contenidos en diferentes lenguas, sino también apoyar el aprendizaje, la inclusión y la participación cultural de todos sus usuarios, independientemente de su lengua materna

Las bibliotecas están abriendo las obras digitalizadas de dominio público para entrenar los modelos de IA

Libraries Open Their Archives to Train AI Chatbots With Books Spanning Centuries of Human Knowledge.” Milwaukee Independent, November 8, 2025. https://www.milwaukeeindependent.com/newswire/libraries-open-archives-train-ai-chatbots-books-spanning-centuries-human-knowledge/

Varias bibliotecas y universidades están abriendo sus archivos históricos para entrenar chatbots de inteligencia artificial con libros que abarcan siglos de conocimiento humano.

Esta iniciativa responde a la necesidad de proporcionar datos más ricos y culturalmente diversos a los modelos de IA, que tradicionalmente han aprendido sobre la base de contenido generado en internet, como publicaciones en redes sociales y Wikipedia, y que muchas veces carece de profundidad histórica o lingüística. Como parte de esta tendencia, la Universidad de Harvard liberó una colección de casi un millón de libros publicados desde el siglo XV en adelante, en más de 250 idiomas, que ahora están disponibles para investigadores y desarrolladores de IA.

El propósito de abrir estos archivos es ofrecer una alternativa de datos de entrenamiento que sea legal y menos polémica que el uso de textos con derechos de autor sin permiso, un tema que ha generado múltiples demandas contra grandes empresas tecnológicas por el uso no autorizado de obras protegidas. Expertos citados en el artículo explican que el dominio público constituye un recurso “prudente” para construir conjuntos de datos sin conflictos legales, al tiempo que aporta una riqueza de información cultural, histórica y lingüística que las fuentes digitales modernas no siempre proporcionan. Además, iniciativas como la “Institutional Books 1.0” —el conjunto de datos publicado por Harvard que contiene cientos de millones de páginas escaneadas de obras históricas— están siendo compartidas en plataformas abiertas como Hugging Face para ampliar su accesibilidad.

Este enfoque colaborativo entre bibliotecas, universidades y empresas de tecnología también está siendo respaldado financieramente por grandes actores como Microsoft y OpenAI, que han financiado proyectos de digitalización y preparación de archivos para uso en IA. La Biblioteca Pública de Boston, por ejemplo, ha puesto énfasis en que cualquier material digitalizado en el marco de estas colaboraciones debe permanecer accesible al público, contribuyendo así a la misión tradicional de las bibliotecas de servir a sus comunidades. A pesar de las ventajas, los especialistas advierten sobre posibles desafíos, como la presencia de contenido desactualizado o incluso dañino en textos antiguos, que exige decisiones informadas sobre cómo utilizar estos datos de manera responsable para entrenar sistemas de inteligencia artificial sin reproducir prejuicios históricos o errores científicos.

Del buscar al responder: el enfoque CARE y el nuevo papel del bibliotecario universitario ante la IA generativa

Lo, Leo S. The CARE Approach for Academic Librarians: From Search First to Answer First with Generative AI. The Journal of Academic Librarianship 52, no. 1 (enero 2026): 103186. https://doi.org/10.1016/j.acalib.2025.103186

En el entorno académico actual, estudiantes y profesores cada vez más inician sus investigaciones solicitando explicaciones a sistemas de inteligencia artificial en lugar de comenzar con la búsqueda tradicional en los recursos de la biblioteca. Las herramientas de IA y los motores de búsqueda avanzados proporcionan respuestas desarrolladas incluso antes de que el usuario vea una lista de fuentes académicas. Este fenómeno transforma el punto de partida de la indagación académica y plantea nuevos desafíos para las prácticas de la bibliotecología.

Dado este cambio hacia un enfoque de “respuesta primero”, el autor sostiene que los bibliotecarios también deben evolucionar su mentalidad y estrategias de intervención. En lugar de simplemente ofrecer acceso a recursos, los bibliotecarios necesitan reconocer las respuestas generadas por IA como textos que demandan interpretación y análisis crítico. Para ello, se propone la creación de una tipografía de respuestas que ayude a identificar la función que cumplen estas respuestas automatizadas.

Finalmente, el artículo propone el enfoque CARE —por sus siglas en inglés: Classify, Assess, Review, Enhance (Clasificar, Evaluar, Revisar, Mejorar)— como un marco metodológico para interactuar críticamente con las respuestas de IA en colaboración con los usuarios. Este enfoque sitúa a los bibliotecarios como guías que ayudan a sus comunidades académicas a leer, cuestionar y ampliar las respuestas generadas por IA manteniendo el juicio humano y la evidencia científica en el centro de la investigación.

Los bibliotecarios como una de las profesiones más confiables del Reino Unido

Ipsos. “Ipsos Veracity Index 2025.” Última modificación 2025. Accedido el 16 de diciembre de 2025. https://www.ipsos.com/en-uk/ipsos-veracity-index-2025

Ipsos Veracity 2024

Ipsos Veracity 2023

Ipsos Veracity 2022

Ipsos Veracity 2021

Las últimas encuestas de Veracity Index situaron a los bibliotecarios como una de las profesiones más confiables del Reino Unido, tradicionalmente muy arriba en la escala de confianza — incluso en el top 3 en ediciones previas.

Ipsos Veracity Index 2025 es una encuesta representativa de adultos en Gran Bretaña que mide qué profesiones el público considera más confiables para “decir la verdad” en 2025. El estudio compara la percepción actual con años anteriores y examina diferencias entre votantes de distintos partidos políticos.

Este estudio, iniciado en 1983 en el Reino Unido, recoge año tras año qué grupos profesionales son vistos como los más honestos y cuáles despiertan más desconfianza entre la población británica. Aunque el informe publicado en 2025 no enumera a los bibliotecarios entre las diez profesiones más confiadas, la historia reciente de la encuesta muestra que esta figura profesional ha ocupado tradicionalmente posiciones muy altas en la clasificación de confianza pública.

En la edición de 2021 del Veracity Index, los bibliotecarios aparecieron explícitamente entre las profesiones más confiables del Reino Unido, con un impresionante 93 % de los encuestados declarando que confiaban en ellos para decir la verdad. En ese año, sólo enfermeros superaron ligeramente ese nivel de confianza y los bibliotecarios quedaron claramente por delante de médicos, maestros y curadores de museo, consolidando su reputación como guardianes de la información veraz y asesores imparciales. Esta confianza tan alta refleja cómo la sociedad valora el rol tradicional de los bibliotecarios como intermediarios entre el conocimiento y la comunidad, especialmente en tiempos de alta desinformación y polarización informativa.

Los datos recogidos en 2023 también respaldan esta tendencia histórica, aunque con un enfoque más amplio en las profesiones científicas y académicas. En esa edición, los bibliotecarios seguían figurando entre las cinco profesiones con mayores niveles de confianza, con cifras en torno al 86 % — muy cerca de otros grupos también muy valorados, como pilotos de avión, médicos e ingenieros. El mantenimiento de este nivel no sólo ratifica la imagen de los bibliotecarios como profesionales íntegros y veraces, sino que además sitúa su función social en un contexto donde la alfabetización informacional y la facilitación del acceso a fuentes fiables son cada vez más críticas.

Al llegar al informe de 2025, aunque el comunicado principal de Ipsos no menciona explícitamente a los bibliotecarios en el top cinco de profesiones más confiadas —que en ese año son enfermeros, ingenieros, médicos, docentes y profesores universitarios— es importante interpretar estos resultados a la luz de la trayectoria de la profesión. El enfoque del índice puede variar ligeramente de un año a otro, con cambios en las profesiones incluidas o en la manera de agruparlas, pero la tendencia general sugiere que los bibliotecarios siguen siendo asociados con altos niveles de credibilidad, especialmente si los comparamos con profesiones menos confiadas como políticos, ministros de gobierno o influencers.

La posición históricamente alta de los bibliotecarios en el índice de confianza puede entenderse en relación con el papel social que desempeñan: no sólo custodios de colecciones físicas, sino mediadores críticos en la era digital, promotores de alfabetización mediática y defensores de la imparcialidad informativa. La percepción pública de los bibliotecarios como agentes neutrales, enfocados en facilitar el acceso a información rigurosa y en apoyar a estudiantes, investigadores y ciudadanos en general, ha contribuido a que se les otorgue una credibilidad sostenida a lo largo de los años