Urban Libraries Council. 2024. Effective Strategies and Models for Urban Libraries Addressing Homelessness. Washington, DC: Urban Libraries Council.
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El documento responde a una necesidad creciente: el papel cada vez más visible de las bibliotecas públicas en abordar la crisis de la falta de vivienda en las comunidades urbanas de Estados Unidos y Canadá.
La publicación se basa en un encuentro de altos directivos bibliotecarios celebrado en mayo de 2024, en el que líderes compartieron experiencias, desafíos y enfoques efectivos para atender a personas sin hogar que habitualmente acuden a los espacios bibliotecarios en busca de refugio, información, recursos básicos o simplemente un lugar seguro. El informe plantea que las bibliotecas, más allá de su función tradicional como espacios de acceso a la información, pueden transformarse en nodos vitales de apoyo social cuando se incorporan estrategias deliberadas y colaborativas.
Un primer punto clave del informe es el énfasis en adoptar un enfoque de Housing First o “la vivienda primero”. Este enfoque reconoce que el primer paso para atender las necesidades de las personas sin hogar debe ser la facilitación de acceso a una vivienda permanente, antes de intentar resolver otros problemas vinculados (salud, empleo, etc.). Esta perspectiva contrasta con modelos más tradicionales que priorizan etapas intermedias, como refugios temporales. Al centrar las acciones en la vivienda como punto de partida, los responsables bibliotecarios pueden orientar mejor sus alianzas y recursos en beneficio de resultados sostenibles para las personas en situación de falta de vivienda.
El informe dedica una parte sustancial a la importancia de construir asociaciones sólidas con organizaciones externas. Se destaca que colaboración con agencias de servicios sociales, gobiernos locales, entidades de salud y organizaciones sin fines de lucro amplía enormemente la capacidad de las bibliotecas para ofrecer apoyos integrales, tales como asistencia para encontrar vivienda, apoyo en salud mental y capacitaciones laborales. Por ejemplo, programas como The Source en Los Ángeles demuestran cómo una alianza bien estructurada puede centralizar servicios y acercarlos a los usuarios de la biblioteca, facilitando un punto único de acceso a múltiples recursos.
Otro componente esencial aborda el desarrollo de personal y capacitación especializada. El texto subraya que no basta con tener voluntad de ayudar; es imprescindible capacitar al personal en técnicas de desescalada de conflictos, manejo de comportamientos complejos, principios de atención informada por el trauma y estrategias de comunicación empática. Además, el informe aporta ejemplos concretos de bibliotecas que han incorporado roles específicos, como trabajadores sociales o coordinadores de compromiso comunitario, con la finalidad de conectar mejor a usuarios sin hogar con servicios pertinentes. Este enfoque de capacitación y especialización no solo facilita una mejor atención para las personas sin hogar, sino que también contribuye a la seguridad y bienestar del propio personal bibliotecario.
El diseño físico de los espacios bibliotecarios constituye otro eje de la respuesta planteada. Las bibliotecas pueden adaptar sus instalaciones para crear ambientes acogedores y funcionales, con áreas designadas para servicios de apoyo, señalización sencilla y un mobiliario que inspire sensación de inclusión. Estas modificaciones buscan no solo mejorar la experiencia de los usuarios sin hogar, sino también establecer normas compartidas de comportamiento que permitan a todos los visitantes sentirse seguros y respetados. Se menciona, por ejemplo, la creación de espacios de apoyo o “help desks” que facilitan el acceso directo a programas de servicios sociales, manteniendo al mismo tiempo la dignidad de quienes los requieren.
Un aspecto complementario pero significativo del informe es la promoción de programas innovadores, como servicios de telemedicina o clínicas de atención básica ofrecidos en colaboración con instituciones de salud local. Estos enfoques amplían la función de la biblioteca como un lugar de bienestar comunitario, más allá del acceso a libros o tecnología, ofreciendo apoyos concretos y relevantes para personas sin hogar que enfrentan barreras adicionales para acceder a servicios de salud o tratamiento de adicciones.
Finalmente, el informe aboga por la promoción de empatía y comprensión comunitaria. No se trata únicamente de implementar programas; también es importante educar al público y al propio personal sobre la realidad de la falta de vivienda, desafiar estereotipos y construir entornos en los cuales las personas sin hogar sean comprendidas como miembros valiosos de la comunidad. La coherencia entre las distintas prácticas de seguridad y la participación activa en la sensibilización contribuyen a un ambiente más solidario y menos estigmatizante dentro de las bibliotecas públicas. Urban Libraries Council
En conjunto, Effective Strategies and Models for Urban Libraries Addressing Homelessness presenta un marco pragmático y humano para que las bibliotecas urbanas respondan a la falta de vivienda con estrategias integrales. El documento reconoce la complejidad del fenómeno y propone que, al apoyarse en alianzas, capacitación, diseño físico intencional y programas innovadores, las bibliotecas pueden desempeñar un rol transformador en sus comunidades, al tiempo que fortalecen sus propios equipos y servicios.