Porque hay que reconocer a los libros una sorprendente capacidad colonizadora. Ocupan una estantería tras otra y cuando consiguen desbordarlas, su germen –como arrastrado por invisibles esporas– anida en otro lugar inexplicablemente alejado, recóndito, inaccesible en apariencia de la casa.
Jesús Marchamalo “Tocar los libros
Pingback: Los libros tienen una sorprendente capacidad colonizadora — Universo Abierto – Biblioteca UNEARTE Mérida